Otra nueva implementación de la FIA en lo que a seguridad se refiere.

Los guantes no serán “solo” ignífugos. Tendrán un pequeño cambio, concretamente de 3 mm de grosor.

Se va a incorporar un sensor biométrico que permitirá monitorizar constantes vitales durante una carrera.
La propuesta y la materialización del concepto la han llevado a cabo Ian Roberts, Delegado Médico de la FIA y Alan van der Merwe, el piloto del Medical Car, junto con The Global Institute for Motor Sport Safety.

Actualmente los pilotos llevan incorporado en el auricular de su oreja un acelerómetro que está conectado a la unidad de control electrónica, para poder medir la fuerza a la que la cabeza está sometida cuando tienen un accidente.

En la práctica habitual de la medicina monitorizar a los pacientes es un factor clave en el seguimiento clínico, sobretodo cuando se encuentran en estado crítico.
Según el doctor Roberts en una entrevista a Auto:

Con los pilotos accidentados no es diferente. Queríamos empezar a monitorizarlos y a valorarlos tan pronto como fuera posible. Pero el equipamiento que actualmente utilizamos es significativamente aparatoso y únicamente se puede utilizar una vez el accidente se ha producido. También ocurre que algunas veces no podemos acceder al piloto rápidamente, así que si no podemos verlo o no estamos a su lado, la información que podemos obtener es muy limitada.

En el accidente que Carlos Sainz tuvo durante el Gran Premio de Rusia en 2015, donde chocó contra la barrera, este dispositivo habría sido de gran ayuda. Afortunadamente no estaba herido, pero para el equipo médico era difícil de ver, ya que la barrera cayó encima de la cabeza de Sainz, por lo que cuando llegaron al punto del accidente tuvieron que esperar a que la retiraran para valorar la extensión de sus lesiones.

Durante el Gran Premio de Hungría de 2017 Mercedes, Red Bull y Ferrari probaron prototipos de guantes que han pasado los requisitos de la FIA. Están a punto de publicar unos valores estándar requeridos, valores que todos los dispositivos ( ya sean en la ropa del piloto o en el coche) deberían monitorizar.
Inicialmente los dispositivos utilizarán un sensor óptico que permitirá medir la pulsioximetría, que es la cantidad de oxígeno en sangre y la frecuencia cardíaca.
Este parámetro es de vital importancia, ya que si tras un accidente el piloto ve afectada su capacidad respiratoria el oxígeno en sangre desciende de manera inmediata.

Y aunque de momento se monitoricen solo estos dos valores, está pensado que en un futuro próximo se desarrolle la tecnología para poder obtener valores en cuanto a capacidad respiratoria y temperatura corporal se refiere.
La capacidad respiratoria indica el estado de salud y el nivel de estrés del piloto, y la temperatura corporal indica cómo le está afectando el desarrollo de la carrera.

La implementación del nuevo dispositivo no será obligatoria hasta 2019, pero los pilotos podrán llevarlo desde este mismo año, y está planeado incorporar la tecnología a otras categorías del motorsport.

 

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