El reciente Gran Premio de Turquía fue una carrera poco común, por muchos aspectos. Más allá de las condiciones ambientales, con viento, lluvias y bajas temperaturas propias de esta época del año, fue el asfalto el factor más determinante. El reciente pavimento de la pista, que no había tenido rodaje previo, impedía a los monoplazas de Fórmula 1 conseguir agarre e ir a su máximo potencial. Como consecuencia de ello al inicio del fin de semana y de la pista mojada al final, los coches rodaban en tiempos muy altos y hacían a sus pilotos sufrir trompos y necesitar continuas correcciones a lo largo de la vuelta, algo que no se veía en F1 desde hace muchos años.

Andreas Seidl, el director técnico de McLaren, ha hablado sobre si estas circunstancias atípicas son beneficiosas o perjudiciales para la Fórmula 1. En cuanto al nivel de espectáculo que ofreció la prueba en Estambul, ha comentado que «carreras tan emocionantes como esta las vemos siempre que se corre en mojado», en alusión al factor extra del asfalto turco. El alemán comparte que «todos queremos ver adelantamientos, peleas en pista, que no siempre estén los mismos delante y que se puede remontar saliendo desde detrás».

Pero, por otra parte, Seidl es consciente de que el alma de la Fórmula 1 es desarrollar los monoplazas más rápidos, extremos y avanzados, por lo que reconoce que «es lógico que el coche que esté delante el sábado también lo esté el domingo».

Hablando de la normativa de 2022

Para el directivo de McLaren la nueva reglamentación es un certero paso adelante para el gran circo. Para Seidl es clave el hecho de que conseguirá una disciplina más igualada. «El reglamento técnico permitirá que los coches rueden más cerca unos de otros y, por tanto, que haya más adelantamientos», explica. En cuanto a la parte administrativa, algunas medidas como el límite de gasto contribuyen también a la igualdad. Por ello, Seidl ve «muchas cosas positivas y ninguna razón para pensar que será un cambio a peor».

 

Imagen: McLaren