A veces se trata de escribir la historia y no sólo de contarla. El equipo Rosberg X Racing ha quedado en la historia este fin de semana siendo el primer equipo en ganar una carrera de Extreme E. ¿Desafíos? Muchos sino todos. ¿Futuro? En palabras de Nico Rosberg, dueño del equipo, se puede reducir a tres ideas: conversar, aprender y evolucionar. Aquí, les cuento de cómo los pilotos son fans al mismo tiempo y luchan por estar a la altura de las circunstancias.

Un SEÑOR EQUIPO, así, con mayúsculas

Puedo pecar de fanática quizás, pero en realidad, trataré de poner en palabras lo que ví y percibí en cada conferencia.

En cualquier categoría automovilística que analicemos, siempre los periodistas tenemos un latiguillo para justificar el (casi siempre negativo) desempeño de un equipo: “La cabeza no funciona bien. Si la cabeza no decide, el equipo se desmadra” y otras cosas por el estilo. Si tratamos de ser objetivos, esta es una verdad de perogrullo que puede ser aplicada tanto a los buenos como a los malos momentos. Aquí, me tomaré la libertad de usarla en su aspecto positivo.

Nico Rosberg fue el primer campeón del mundo de F1 que se involucró con la serie (les recuerdo que los otros dos, por orden de aparición, fueron Lewis Hamilton y Jenson Button). Desde hace varios años que Nico está comprometido con el mensaje de cuidar el medio ambiente y tiene sus inversiones también en Fórmula E. Más allá del negocio (que obviamente lo conforman tanto el mensaje ecológico como la competencia automovilística), otro aspecto con el que está absolutamente comprometido, es con la equidad de género: que haya una real igualdad de oportunidades para que las mujeres puedan demostrar lo talentosas que son.

Su objetivo es trasladar lo que quiere para sus hijas (se define como un ‘Girl Dad’) a todas las mujeres independientemente de si sus aspiraciones están o no dentro del deporte motor. He visto cómo en la conferencia de prensa le cede la palabra a sus pilotos y él mismo actúa de reportero para que todo el mundo sepa lo que él ya sabe: el gran equipo humano y profesional que está construyéndose.

Molly y Johan – Johan y Molly

Con mucha expectativa recibimos en su momento la conformación de la dupla que representaría al Rosberg X Racing.

Por un lado, Johan Kristofferson, tres veces Campeón Mundial de Rallycross y con gran experiencia para afrontar cada desafío que propone Extreme E en los ecosistemas que visitará en su viaje mundial. Su compañera de equipo, Molly Taylor, es Campeona Australiana de Rally y la única mujer en lograrlo hasta el momento. Juntos son una dupla fantástica, en palabras de Nico: “Creo que tenemos un equipo muy fuerte. Me alegra ver que, como compañeros, se lleven tan bien y que no tengan mi experiencia donde mi compañero de equipo fue mi peor enemigo”. Acerca de sus pilotos, una vez haberlos visto en acción, Nico agrega: “Molly es muy rápida, es fascinante verla correr. Johan, bueno, su manejo es inspirador”.

Finalizada la competencia y ya con el premio entre manos, contrasta la personalidad extrovertida de Molly con la más fría del sueco Johan. Consultada sobre su compañero de equipo, Molly advierte: “Cuando debíamos hacer los cambios, me convertía en fanática. Soy una gran admiradora de Johan y no sólo trabajar con él sino ver su manejo realmente me ha hecho muy feliz. Todas las decisiones las tomamos y consensuamos en equipo. Para mí es una gran oportunidad para aprender de él”. Johan no habla mucho, sólo lo necesario, así que cuando se le pregunta por Molly utiliza las palabras concretas y correctas: “El trabajo en conjunto y las charlas pagaron dividendos. Manejó de forma excepcional”.

El futuro: conversar, aprender, evolucionar

Creo que estas son las palabras que definen al equipo Rosberg Xtreme Racing este fin de semana: conversar, aprender, evolucionar. Dueño y pilotos coinciden en que estar primeros en cualquiera de las etapas ejerce presión. Si a ello le sumamos que nadie sabía muy bien qué esperar de la serie ni de la carrera en particular, se concluye que efectivamente, el #DesertXPrix se convierte en una zona de aprendizaje compleja e integral. Para los pilotos no es sólo, como dijo Johan, que “el auto haga lo que le pides”. Tiene que haber ‘química’ entre los colegas, comprenderse y aprender de los puntos fuertes para llevar el auto a la meta.

Evolucionar. No hablamos sólo de esta experiencia nueva de lugares inhóspitos para competir o del trabajo entre pilotos que tienen distinto background. Hablamos de la misma categoría que debe encontrar sobre la marcha, las soluciones para que la competencia sea segura para todos los involucrados. Alejandro Agag demostró cintura para cambiar las reglas de las carreras del domingo, cosa que puede ser una constante en los cuatro X-Prix que nos quedan. Será cuestión de ver que Nico siga teniendo los pies en la tierra y le aporte al equipo el equilibrio necesario para conseguir buenos resultados aún en las situaciones inesperadas que están por venir. Porque a veces se trata de escribir la historia, de ser parte, no sólo de contarla.

 

Imágenes: Rosberg Xtreme Racing, Extreme E