Líder del campeonato, libre de problemas y candidato firme a plantar cara a los autoritarios Mercedes. Sebastian Vettel pone su marca en este arranque de temporada con dos victorias: Melbourne y Bahrein. Tras la última, la estancia debió ser prolongada por ocasión de los test postcarrera, en los que el alemán reafirma su confianza en el SF70-H. Estas pruebas en Shakir refuerzan igualmente las buenas sensaciones en Ferrari:

“Yo diría que tengo buenas sensaciones, aunque este segundo día, tuvimos algunos contratiempos. Y luego, en algunos momentos se levantó viento, algo muy problemático. Yo quería rodar más, pero realmente, eso está bien. Estoy satisfecho, el coche parecía bien equilibrado, no más vueltas necesarias para hacer crecer mi confianza con el coche “. Comenta para La Gazzeta dello Sport

También hubo tiempo en el primer día para colaborar con Pirelli en los neumáticos de la próxima temporada. Una mirada hacia el futuro que comparte el de Heppenheim. La BBC  le pedía elegir entre las dos últimas victorias al término de los test, la respuesta no pudo ser más elocuente. Parafraseando a Enzo Ferrari, Sebastian Vettel transmitió el mismo mensaje que el fundador: “¿La mejor victoria entre Melbourne y el último domingo? Yo diría que definitivamente la próxima”. 

Frase que comunica el optimismo que se respira en el equipo, una energía positiva necesaria. Tras el despido de James Allison el pasado verano, con el SF70-H ya en desarrollo, no se preveía un invierno precisamente fácil en Maranello. Sin embargo, se erigió la figura de Rory Byrne. El sudafricano tomó las riendas del proyecto, como ya hiciera en la época dorada con Schumacher, Jean Todt y Ross Brawn como cabezas más visibles de un periodo sin precedentes en la competición.

Niki Lauda mostraba cierta preocupación tras la victoria en Shakir, ya han logrado poner en jaque a un equipo poco habituado a estas competencias. Muestra del buen hacer y de la evolución de un equipo que interconecta los boxes de ambos pilotos en virtud de la fluidez comunicativa. El pit wall ha aprendido a funcionar como un reloj, acertados y hábiles en las decisiones. Producto ésto de un entendimiento superior sobre el funcionamiento de las gomas, sobre todo en mantener la temperatura de trabajo.

Sebastian Vettel inicia un romance con Gina, nombre con el que ha bautizado a su monoplaza. Se tratan bien el uno al otro, una relación recíproca y de pura compenetración. Al contrario que Kimi Raikkonen, quien parece estar en proceso de divorcio o distanciamiento cuanto menos. Puntos perdidos por los resultados del finlandés, el único punto negro ya que Mercedes concluye los grandes premios de manera más equitativa entre sus pilotos.

En Ferrari sueñan con remar a favor de un campeonato que se les ha escapado en muchas ocasiones desde 2007, último año ganado obra de Kimi Raikkonen precisamente. De momento Sebastian Vettel se encuentra en el bote correcto, donde no está solo:

“Todo este amor no es una carga o una responsabilidad para mí, sino más bien un placer. Entiendo a nuestros aficionados, que en un momento como éste, con excelentes resultados, están mostrando todo su entusiasmo. Y normal de esa manera, sucede algo similar en el fútbol. Si su equipo favorito vence y rinde bien, el público está contento. Si no es así, se enfadan “. Concluye Vettel al mismo medio

Él porta los sueños y esperanzas del Cavallino pues. Allanar más el camino en las próximas citas sería ideal para llegar hacia la mitad de temporada con ventaja, el avance de Mercedes será inevitable. A la espera de lo que pueda alcanzar Red Bull con la versión 2.0 del RB13, esta fase de la temporada resultaría vital. Mientras sus contendientes se hallaron distraídos en los despachos, los italianos fueron ganando terreno. Franja que deben aprovechar, y lo hacen.

“Conducir este coche es siempre un placer”. Una frase que Sebastian Vettel ya ha citado varias veces en este escaso mes de competición. Con amor todo es más fácil…

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: Scuderia Ferrari