En pleno auge de la nueva normativa introducida este año 2017 que ha conseguido igualar un poco más la competición, aún con la polémica por las unidades de potencia V6 híbridas en la cabeza y con todos los equipos pensando en un 2018 que se perfila apasionante, la Scuderia Ferrari va más allá y trata de allanar el terreno que sustentará a la legislación de motores que se cumplirá en 2021, de la que se conoce muy poco todavía.

En la reciente comida de empresa que ha realizado la firma italiana el presidente Sergio Marchionne ha avisado que “a Ferrari no le interesa que los coches sean iguales y los motores, baratos y sencillos como en la Nascar” y que lo realmente preocupante es la falta de adelantamientos, porque “hemos de conseguir más emoción en las carreras”. Además, el italiano también se enfrenta con el artífice de uno de las épocas más gloriosas de Ferrari, Ross Brawn, e insinúa la creación de otra categoría comandada por los de Maranello.

Que alguien como Brawn, que conoce a la perfección la categoría, trate de ir en contra de los genes de la Fórmula 1, es lo que peor me parece. Si cambian tanto esto hasta volverlo irreconocible, no queremos continuar, y somos suficientemente fuertes como para crear un campeonato paralelo al que nos llevemos otros equipos

Marchionne ha cargado contra las normas actuales, de las que ha dicho se desharía. El jefe de Fiat opina que la distinción de los motores en la Fórmula 1 ha de ser algo inherente a la categoría máxima del automovilismo y Marchionne considera que “si no damos con una situación beneficiosa para Ferrari tanto como marca como deportivamente, buscaremos alternativas”.

Si la FIA cree que no lo decimos en serio, se está arriesgando demasiado

Tanta amenaza disminuye la credibilidad de Ferrari

No es la primera vez, ni será la última, que los italianos presionan a la cúpula para conseguir situaciones más favorables. Recientemente, el anterior jefe de la F1, Bernie Ecclestone, ha explicado que la estrategia de Ferrari no es nada nuevo y que “cuando no ganan, siempre hacen esto”. El británico ha comentado que el número de veces que la FOM ayudó en el pasado al cavallino rampante es largo, por ejemplo, que durante muchos años Ferrari tuvo un veto hacia cualquier norma que propusiese la organización. En el famoso Gran Premio de EEUU de 2005 en Indianápolis, en el que los monoplazas de Michelin no podían participar, Ferrari se negó a cualquier posibilidad de que estos corriesen. Finalmente, en parrilla solo se alinearon los seis coches de Bridgestone. Además, Ecclestone ha querido darle un último consejo a Liberty Media: La Fórmula 1 no es una democracia, con tanta negociación, aún no han llegado a nada”.

Otra personalidad del paddock, el jefe de equipo de Red Bull Christian Horner, también ha valorado este revuelo causado por Marchionne. 

“Está claro que echaríamos de menos a Ferrari, nos queremos batir contra ellos porque son el equipo más prestigioso de la historia, pero la Fórmula 1 seguiría adelante sin Ferrari. La pregunta es si ellos podrían hacer lo mismo sin la Fórmula 1

El británico, al ser preguntado sobre la parte positiva de que, si Ferrari abandonase, ya no habría favoritismos, ha dicho que eso depende de Liberty y de cómo decidan gestionar las ventajas. Además, se muestra escéptico ante la retirada de Ferrari, porque cree que “si se fuesen a marchar, no hubieran traído a Alfa Romeo“.

 

 

Autor : Alberto Pacios García / @albertomclatas

Fotos : F1, F1 Undercover, Sky Sports, Reuters