A exactamente una semana para la presentación del MCL-33, el primer monoplaza del binomio Mclaren-Renault, y que, sin duda, ha devuelto la esperanza y la ilusión a la factoría de Woking y a los aficionados de la escudería británica en general, hoy, por primera vez, el motor galo ha rugido estruendosamente dentro de la sala principal del CG de Mclaren.

Rostros de nerviosismo, aunque más expectación ilusionada, lejos de la tensión extrema y de los varios problemas experimentados en 2017, ya que el que sería el último motor Honda que monte Mclaren, dio muchos problemas para el arranque inicial, siendo forzado a un arranque manual, sumándole varios problemas de diseño y de comunicación entre Woking y Sacura.

Corren vientos de cambio en Mclaren, y, el video que a continuación detallamos muestra, la diferencia entre la clara separación de los ingenieros de Honda, haciendo valer su fama de sectarismo tecnológico, con una nueva cara rejuvenecida y occidentalizada vía los ingenieros de Enstone:

Sonido bronco, como nos tienen acostumbrados los franceses, pero, les dejamos también el enlace del arranque del año pasado del MCL-32 para comparar, a simple oído, la diferencia:

Si bien es cierto que el sonido no define necesariamente el comportamiento, el rateo de Honda se han visto sustituidos por un motor a priori más efectivo, aunque por supuesto, la última palabra la tendrá la pista, lugar donde realmente podremos ver hasta qué punto puede triunfar el binomio Mclaren Renault. Fernando Alonso, vía redes sociales, ha constatado su presencia en la factoría británica para estar presente en el primer arranque del que será su motor durante la temporada, un suministrador con el que ha sido campeón del mundo en dos ocasiones.

El 23 de febrero será la presentación, justo una semana después del fire-up, y, el lunes siguiente, se apagarán los semáforos rojos del pit-lane de Montmeló para que se inicie de nuevo la actividad en el Gran Circo de la F1.

Fuente: El Confidencial.