En la actualidad, los pilotos de F1 son súbditos de estrategias a distintos niveles. Primero, en el global de la temporada, en cuanto a uso de números de elementos en la unidad de potencia. Con la norma cada vez más coercitiva en este aspecto, se debe mimar los propulsores así como sus anexos tanto dentro como fuera del garaje en aras de extender lo máximo su vida útil para escapar de esta forma de una sanción en forma de posiciones en la parrilla.

Luego, dentro de la misma carrera, la limitación de la carga de combustible debe ser gestionada concienzudamente al igual que la disponibilidad de energía eléctrica para poseer constancia, como también caballaje suficiente para defender posición o tratar de ganarla. Variables dispuestas en el mismo volante que irán cambiándose conforme a las dispares situaciones en carrera y distintas estimaciones que darán molde a un planning al que ajustarse. En cuanto a racionar gasolina, nada nuevo. Desde la prohibición de los repostajes en 2008, estas prácticas son obligadas. Con anterioridad la misma historia, ya que es vital economizar el tiempo de parada.

Así, el pilotaje se ve desmejorado y con ello una merma inevitable del espectáculo. Uniendo todo al trato de los neumáticos, otorga aún más énfasis a lo descrito. Con evidentes cambios por hacer en la deriva de la categoría, el rumbo a seguir no se encontraría en permitir a los pilotos empujar cada vuelta y exprimir la máquina todo y cuanto quieran. Esto no aportaría beneficios a la competición según explica Andy Cowell a la web Racer.

“No creo que marcara diferencia alguna. Si hay un motor para sábado y domingo y si solo tuviéramos que rodar 600 kms, entonces iríamos a fondo más tiempo, nuestro resultado sería distinto pero nuestros márgenes de seguridad ante nuestras vulnerabilidades sería el mismo”

“Con lo que el riesgo de roturas sería prácticamente el mismo y nosotros todavía estaríamos sentados con Lewis diciendo: “Whoa, ¿sabes qué?”. Aquí está la vulnerabilidad cuando corremos así. Porque iríamos con mayor temperatura ya que la refrigeración del coche sería más leve, eso te pone en problemas rápidamente y partes comienzan a fallar”, afirma el jefe de motores de Mercedes.

Cowell apoya la normativa

Serán tres unidades de potencia libres de sanción para 2018. Implicará un gasto mayor en desarrollo para capacitar a los motores de mayor durabilidad, en esencia otro reto que supone la era híbrida año tras año, y todo cuando casi todos los fabricantes de la parrilla no han resuelto diferentes enigmas. Solo Mercedes podría evadir penalizaciones en 2018, conforme se analizan los datos de estas dos últimas campañas. Sin embargo, Cowell ve aspectos positivos desde el punto de vista financiero en lo que respecta a suministrar a equipos cliente:

“Creo que la razón por la que fue presentada, las restricciones en el número de motores por fin de semana, primero uno, luego dos fines de semana y entonces fueron muchos para todo el campeonato fue puramente financiero. Ha tenido un impacto muy positivo en la situación financiera, y la verdadera razón de ir con cuatro el último año y luego tres este año fue básicamente ese coste de producción y por consiguiente el implícito de suministrar a equipos clientes. Existen más clientes que fabricantes, con lo que esa es la razón, y ésta es una vía muy efectiva para llevarlo a cabo”, concluye Andy Cowell.

 

 

Foto: XPB Images