Ya es irreversible. Los equipos únicamente podrán sustituir tres veces su motor de combustión, turbocompresores y MGU-H. El resto de elementos solo podrán ser reemplazados en dos ocasiones si se quiere evitar retrasar muchas posiciones en parrilla. Todo para las 21 carreras previstas en 2018, con lo que haciendo cálculos resulta un ratio de un motor por cada siete fines de semana con todo su kilometraje en libres, clasificación y por supuesto la carrera. Todo un reto para las distintas fábricas, como poco.

Cuatro temporadas ya disputadas desde la introducción de la tecnología híbrida para que tan solo un equipo, a día de hoy, pueda lograr alcanzar la última cita del curso sin haber sufrido los efectos de dichas sanciones. No es otro que Mercedes. Los de Brackley temporada tras temporada sorprenden con ese rendimiento infalible que les lleva hasta la cima. Mientras, sus compañeros de parrilla emplean más tiempo en los garajes.

Su principal rival en 2017, Ferrari, se le torcieron los planes bien pronto con la admisión. Con reestructuraciones en el área de control de calidad, los italianos tuvieron que tener durante toda la temporada la amenaza de una potencial sanción que hubiera dinamitado sus opciones al campeonato. La conclusión es que nadie está a salvo de un contratiempo en cualquier fase de diseño o construcción de sus propulsores.

Para la próxima temporada, por tanto, la exigencia va a ser máxima. No hay lugar a equívocos, de lo contrario se va a pagar muy caro. Aunque precisamente los planes sean paradójicamente ahorrar dinero. Menos propulsores que construir, menos inversión. Lógica que no será aplicada en las primeras etapas, ya que la inversión en el desarrollo será más cuantiosa aún para buscar ese equilibrio entre despliegue y durabilidad.

También a considerar el efecto que pueda tener en pista. El año 2017 llegó con un mensaje: los pilotos volverán a ser libres. Libres para empujar gracias a los neumáticos, y libres de poder trazar a mayor velocidad gracias a los cambios en la aerodinámica. De nada servirán estos dos detalles si por otra parte deberán conservar el tren motriz de una manera tan severa y asidua. Al menos así parece ser a priori.

Lewis Hamilton ya mostró su descontento al respecto (ver noticia completa aquí). Christian Horner se suma a esta tendencia. El jefe del equipo Red Bull expresó su contrariedad para Channel 4:

“Para mí, es una locura absoluta. Vamos a terminar este año creo que con seis motores”.

“Pasar a tres el próximo año teniendo más carreras es una locura, para ser sincero. Todavía estamos quemando estos motores en el banco de pruebas, y la realidad es que no ahorramos dinero”.

“Estas sanciones en parrilla no creo que a nadie le guste verlas en una cantidad tan grande como ahora. Si llegas a la última carrera con el título en juego y se decidiera por sanciones de motor, no sería bueno”.

“Queremos ver a los chicos en la pista, obviamente sin despilfarrar, pero para mí cinco motores en un campeonato de 21 carreras sería un número más sensato y lógico”, explica Horner.

Los de Milton Keynes han padecido esta temporada numerosos fallos mecánicos que les han cerrado puertas a podios. Sus quejas no tienen base ni fundamento para Toto Wolff. Su análogo en Mercedes afirma ser uno de los precursores de esta regulación:

“Si se quejan no deberían haber presionado para tratar de bajar los precios, y no deberían haber estado de acuerdo con eso para lograr una rebaja. Vamos a bajar de los cuatro motores, lo cual estaba en normativa, a tres. La normativa se iba a mantener en cuatro para el próximo año, estábamos bien con eso”

“Todos los fabricantes fuimos presionados, llamémosle fuertemente animados, a optimizar el precio del suministro y eso hicimos y esta fue la consecuencia”.

“Y todos, hasta donde yo recuerdo, los que estaban en la mesa fueron parte de ello. Fue una batalla para todos nosotros, pero esto está fuera de lo que hemos debatido”, aclara el austriaco.

El jefe de Mercedes fue tajante al acotar el tema para Motorsport.com. Señala directamente a Red Bull como uno de los que puedan causar más degradación en unas carreras que de por sí ya adquirieron tintes de resistencia, cuando el concepto es  completamente opuesto. Una derivación que ha surtido efectos negativos, y que sentará bases para el futuro.

Con un nuevo sistemas de sanciones por sustitución de elementos aún entre bastidores, queda una tarea ardua para un invierno gélido. Esta será la puerta de entrada para 2018, un año que se anticipa cuesta arriba cuando los fuegos artificiales de Abu Dhabi aún están frescos en las retinas.

 

 

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: @franckdriver7